sábado, 30 de julio de 2011

LA MUJER EN LA CULTURA ANDALUSÍ

LA MUJER EN EL CONTEXTO DE LA CULTURA ANDALASÍ: FORMACIÓN Y FUNCIONES
         La Historiografía nos muestra que la actividad cultural les llega de oriente y tiene su base en Córdoba. Hasta aquí se traen manuscritos de las tres grandes escuelas que existían:                                      
1º- HIYÁZ: La Meca y Medina 2º- OMEYA: Damasco 3º-ABBASÍ: Bagdad, Basora y otras.
       Durante el Califato se independizan culturalmente de oriente y existe un proceso de arabización e islamización de la población. Las bases son: aprender la lengua, el recitado del Corán y el poemario.
       Comunidades que conviven en Al-andalus: 1ª-Arabo-oriental 2ª- Hispano-árabe 3ª- Hispano-hebrea (sefardí) 4ª- Mozárabe 5ª- Beréber.
         Ibn Hayyán de Córdoba nos dice que los primeros emires traen manuscritos de música y poesía para el proceso de arabización.  En el siglo XI Ziryáb fue el mejor cantor de Al-andalus. Vivió algún tiempo en Kairuán al tener que salir de Bagdad. El emir le regala una almunia (casa de recreo) en los alrededores de Córdoba.
         Bases formativas de las mujeres: Ciencias religiosas (Corán y Tradición), Literatura Clásica, Música, Aritmética, Geometría, Astrología, Caligrafía.
         Los estamentos sociales de los que procedían estas mujeres cantoras eran:
1º- Entorno palaciego, familias gobernantes.
2º-Nobleza: familias aristocráticas e intelectuales.
3º-Esclavas (africanas, cristianas, eslavas)             
4º- Mujeres del pueblo
         Los centros de estudio y enseñanza eran: Estancias del palacio donde eran impartida por otras mujeres del harén o bien preceptores. Residencias y casas. Escuelas de música.
        Otras veces la enseñanza estaba a cargo del padre, hermanos, hombres sabios y religiosos. Al finalizar los estudios daban un certificado, la Iyaza.
         Existía la figura del mecenas. AL Mamúm de Toledo, Alfonso X El Sabio entre otros.
       Los instrumentos eran muy variados pudiendo citarse entre otros: arpas, laudes, rabel, table, cuerno y otros muchos de percusión.
        Las mujeres que formaban parte de la orquesta, salían a cantar cubiertas con velos o bien permanecían tras la celosía. SITÁRA=cortina                                                                                                
      Un poeta de la época nacido en Évora dice de estas cantoras: “Los pájaros en la enramada de los árboles cantan y se parecen a cantoras tras la cortina”. Cantoras famosas según IBN HAYYÁN fueron: Fadl, Aurora la Vasca, Aliyya, las hijas de Ziryáb entre otras.
         Hubo en Úbeda una famosa escuela de bailarinas y la escuela sevillana preparaba expertas en música y danza. Se habla también muy bien de la cantora de Bobastro. Albarracín que viene de BANU-RÁZIN (hijos de Rázin), recoge los intelectuales de Córdoba cuando ésta cae.
        Cualidades de las artistas: voz de mirlo, técnica, ingenio, dedos ágiles, conocer las reglas métricas, saber afinar los instrumentos…La mujer ejerce como difusora de las tradiciones musicales en el marco del nacimiento, oficios funerarios, bodas…                                                                                                          Las moriscas en secreto, mantienen la tradición hasta el siglo XVII.


jueves, 28 de julio de 2011

APUNTES

ASPECTOS ANTROPOLÓGICOS DEL ISLAM
   La antropología de las religiones estudia las creencias , sentimientos, formas y comportamientos que constituyen una religión. El fundamentalismo niega la diferencia entre política, religión, moral...
          Betel o Jerusalén en hebreo significa "Casa de Dios". Ciro, rey de Persia, permite a los judíos regresar a Jerusalén como libres, después de haberlos tenido cautivos para reconstruir el templo. Posterior al año 70, se produce la diáspora con dos grupos: los judíos helenizantes y los hebreos. El centro cultural es el lago Tiberíades. Algunos, de ahí parten a la península arábiga. Allí, del siglo II al VII convierten a muchos al judaismo (misionados).
          Malaquías fue el último profeta, que vivió hacia el 450 a.C. y hasta el siglo VII, transcurre más de un milenio sin profetas. No rompen la cadena, que sigue luego con Mahoma, último profeta. Piensan que Dios retira a los judíos el privilegio de ser su pueblo pero si reconocen a Ismael y por tanto a los ismaelitas como herederos. Los ismaelitas son fuertes y acostumbrados al desierto. También existen cristianos (arrianos) en la península arábiga. Durante el siglo VII, se la disputan persas y romanos. En el año 614, los persas conquistan Jerusalén . Después de 25 años de la muerte de Mahoma, los árabes conquistan el imperio persa.
          Al lugar llamado Kaaba, piensan los árabes que llegó Abrahám e hizo un sacrificio. Los cimientos son los de una iglesia cristiana. Allí llega luego el profeta y borra toda huella cristiana menos la imagen de Cristo y María. En el centro existe una cripta, donde se venera la sepultura de Agar e Ismael. La forma cúbica corresponde a la nave central sin el coro ni el ábside.
          No se conoce al autor del Corán y se escribió para misionar a los judíos y otros. Mahoma fue posiblemente discípulo del autor. Influyen mucho las teorías de Arrio que no reconoce a Cristo como hombre de ahí que la divinidad (Ala) no se represente con forma humana..
            La sexualidad en hombres y mujeres se "tolera" sin que sea algo importante, por eso se permite al musulmán tener hasta cuatro mujeres.
            Consideran a los cristianos politeistas puesto que adoran a varios dioses: dinero, cargos, posición social...en definitiva, muy primitivos. Ellos lo darían todo por su único Dios.


lunes, 25 de julio de 2011

LA INDUMENTARIA EN LA EDAD MEDIA

La Indumentaria en la Edad Media
        Hacia el 476 en que se inicia la Edad Media, la vestimenta e incluso los tejidos, van cambiando con aportaciones de los pueblos bárbaros tales como las calzas ajustadas a las piernas, la túnica con mangas y capa más amplia que la clámide romana.

        Los tejidos: lino para lo pegado al cuerpo, lana y piel para el abrigo. Brocados y sedas para nobles y reyes. Como es de suponer, todo va en función del estrato social al que se pertenecía. Los tintes, de acuerdo a los que se encontraban en la zona; gris y marrón entre los pobres, permitiéndose las clases altas prendas de mayor colorido.

        Con la llegada de los árabes a la península, los pueblos bajo su dominación, empiezan a usar anchos pantalones (zaragüelles), fajas, túnica corta (aljuba) y turbante.

        Para la guerra se usaban cotas de malla según muestra la imagen. Los niños van vestidos con solamente u na túnica a media pierna y las mujeres, con faldas largas y corpiño sobre una camisa que tapaba los brazos. Los clérigos también lo hacen con arreglo a su dignidad y solemnidad de la celebración religiosa.
        

sábado, 23 de julio de 2011

COMENTARIO

            
            Primera novela de Carlos Aurenzanz en la que queda bien reflejada la vida del muladí Müsa ibn Müsa de la familia de los Banu Casi.
            Algo dificultosa la lectura en un principio por el hecho de nombrarlo todo con el vocablo árabe pero enseguida se le coge el hilo y va ganando ritmo según se avanza. Bien documentada, el rigor histórico y la calidad literaria van a la par. Entre narración y diálogos hay buen equilibrio; lo mismo ocurre cuando narra episodios de la vida cotidiana y gestas épicas. Tiene también como bueno que no es demasiado prolijo describiendo esas batallas que abundan en la época y que muy detalladas llegan a aburrir.
             El lenguaje es culto pero sin grandilocuencia. Los personajes se mueven y actúan de acuerdo al momento que les tocó vivir. El asunto de la tolerancia religiosa, está bien tratado y sin extremismos.
            Relato de rebeliones, guerras e intrigas palaciegas muy acertado y poco conocido para los no muy versados en Historia.

viernes, 22 de julio de 2011

BANU QASI

Título: Banu Qasi. Los hijos de Casio
Autor: Carlos Aurenzanz


            Müsa ibn Müsa, protagonista indiscutible de esta novela, toma su nombre del conquistador que llegara a la península allá por el 711.
            En los dominios del conde visigodo Casio, que se situaban en el valle del Ebro, en lo que hoy es el sur de Navarra y parte de la Rioja y Zaragoza, logra someterlo. Los descendientes del conde convertidos al Islam, serán los Banu Qasi. Biznieto de Casio es Müsa ibn Müsa de cuyo nacimiento parte el relato hasta su muerte.
            Desde joven se destaca por su valor y dotes estratégicas para la batalla lo que le será de gran utilidad para mantener en la frontera la soberanía e independencia de sus pueblos y ciudades pero poniendo los lazos de sangre que le unen a su hermanastro Enneco, de fe cristiana, por delante de sus propias creencias religiosas. Líder por méritos propios, sus gestas llegan hasta el emir de Córdoba Abd al Rahman, con el que mantiene una relación de amistad que en ocasiones lo encumbran y en otras, debido a las intrigas cortesanas, lo combate enviando sus aceifas como castigo.
            Los francos que atacan la Marca por el norte, le lleva a aliarse con su hermanastro para contenerlos y, una vez afianzados esos territorios, Enneco es proclamado rey de Pamplona.
            Los reyes Alfonso y Ordoño en el reino astur-leonés, son también grandes enemigos a los que mantener a raya. Al aliarse después su sobrino, que hereda el trono de Pamplona, con ellos, le pondrán en serias dificultades pues su lealtad está con el emir.
            Muerto Abd al Rahman, le sucede su hijo Muhammad con el que las situaciones de amistad-odio se continúan. Siendo gobernador de la Marca Superior, dominó junto a sus hijos un extenso territorio que llegaba hasta el mar en Tortosa. Se le consideró como el tercer rey de la península.

martes, 19 de julio de 2011

CARDENAL CISNEROS




            Nació en Torrelaguna en 1436, hijo de hidalgos pobres. Posiblemente fue enviado a la cercana villa de Alcalá de Henares en su adolescencia para cursar estudios de gramática; los continuó en el Colegio Mayor de San Bartolomé en Salamanca y de allí pasó a Roma en donde fue ordenado sacerdote. Tras el fallecimiento de su padre regresa a España y consigue el arciprestazgo de Uceda, enfrentándose con el arzobispo de Toledo, lo que significó el encarcelamiento de don Gonzalo, por el arzobispo Carrillo durante algunos años.           
                A pesar de su reclusión, Cisneros no renunció a su cargo, en el que fue mantenido por el cardenal González de Mendoza, aunque el encierro debió de durar poco tiempo según se deduce en algunas biografías, pues poco después, en 1478, Cisneros era capellán mayor de la catedral de Sigüenza. Sufrió una profunda crisis espiritual que le llevó a entrar en la orden de los franciscanos; fue entonces cuando sustituyó su nombre de Gonzalo por el de Francisco en honor a San Francisco de Asís. Se encerró en el convento de la Salceda y durante siete años llevó una vida monacal ejemplar. De allí lo sacó la Reina Isabel (Isabel la Católica) en el año 1492, tras convencerle de que aceptara ser su confesor, siguiendo los consejos del entonces arzobispo de Toledo, el cardenal González de Mendoza, primer protector de Cisneros. Fue nombrado provincial de la orden franciscana y acometió en ella una profunda reforma; más tarde lo hizo con el clero secular. A la muerte del cardenal Mendoza en 1495, fue nombrado arzobispo de Toledo, lo que en la Baja Edad Media era ostentar el mayor poder tras la Corona, al ser Primado de España. 
         Isabel la Católica tuvo en Cisneros no sólo un confesor, también un consejero. Al morir la reina, su hija Juana I de Castilla y su esposo Felipe de Habsburgo fueron nombrados reyes. Tras la repentina muerte de Felipe I, su viuda dio muestras de demencia, por lo que Cisneros tomó temporalmente la responsabilidad del poder como Presidente del Consejo de Regencia de Castilla hasta que Fernando el Católico regresara de la conquista del Reino de Nápoles para hacerse cargo del gobierno. Así, se firmó la Concordia de Burgos por la que se establecía una Junta de Gobierno, con Cisneros a la cabeza, que gobernaría en ausencia de Fernando. 
       El Rey Católico regresó en 1507 y, agradecido, consiguió para Cisneros el capelo cardenalicio. Entre 1507 y 1516, aún con extremadas dificultades, Cisneros y el rey Fernando, consiguieron devolver un tanto el prestigio que la monarquía había perdido. Se renovó el entusiasmo conquistador, desempeñando Cisneros un papel importante en la conquista de Orán, al igual que en los tiempos de Isabel la Católica había participado de manera activa en la conquista del reino de Granada. Muerto Fernando el Católico, por disposición testamentaria, Cisneros queda constituido nuevamente como Regente del Reino de Castilla hasta que el joven príncipe Carlos, que se encontraba entonces en Flandes, viniera a España para ocupar el trono. En esta etapa de casi dos años, Cisneros, que contaba ya con ochenta años, mostró unas dotes políticas y una habilidad para gobernar extraordinarias. Supo hacer frente a un clima interior extremadamente inestable, con los nobles castellanos ávidos de recuperar el poder perdido, así como a las intrigas de los que pretendían sustituir en el trono español a Carlos por su hermano Fernando, que había sido educado en España por Fernando el Católico. Los acontecimientos se desbordaron y Carlos fue proclamado en Bruselas rey de Castilla y Aragón en un acto que se podría asemejar a un golpe de Estado, pues la reina legítima era Juana y nadie había proclamado su destitución. Sin embargo, Cisneros se advino a los hechos de Bruselas y envió emisarios a Flandes urgiendo la inmediata presencia de Carlos como único medio de parar las inquietudes de rebelión que corrían por el reino. Así pues, de hecho, había dos gobiernos: el de la corte de Bruselas y el del Regente en Castilla. Cisneros murió en Roa cuando se dirigía a recibir al futuro Carlos I de España.
         Durante su vida participó, en mayor o menor medida, en todo lo que se hizo durante el reinado de los Reyes Católicos y contribuyó de forma decisiva a la configuración del nuevo estado. Reformó la vida religiosa que había caído en una gran relajación moral y una tremenda variedad intelectual. Supo ver que toda renovación empezaba por la educación y, sin ser un erudito, fundó en Alcalá de Henares una de las instituciones que más ha influido en la cultura española: la Universidad Complutense de Madrid. La universidad fue fundada en el año 1499 a partir del antiguo Studium General de Alcalá de Henares, del que Cisneros fue alumno. 
         La Universidad Complutense fue la primera universidad renacentista, humanista y universal. Cisneros fue consciente de la transcendencia de su fundación y no escatimó esfuerzos para dotar a su Colegio del marco urbanístico adecuado, de una buena financiación y de los mejores maestros de la época, por lo que la villa de Alcalá de Henares se vio enormemente beneficiada con ello. La primera piedra del edificio que lo albergaría la puso Cisneros el 14 de marzo de 1501; en 1508 comenzaron las clases y en 1510 dotó a su fundación de unas Constituciones además de una magnífica biblioteca, donde un elevado porcentaje de libros versaba sobre ciencias naturales. La salud quebrantada y la edad avanzada lo obligaron a retirarse de la vida pública, y se dice que su fin lo aceleró la ingratitud de Carlos V ante los muchos servicios que le prestó a España. Tenía ochenta y un años cuando murió, y fue enterrado con grandes honores en Alcalá. La mayor parte de su fortuna la dejó a su querida Universidad de Alcalá. Su carácter, que fue muy mal interpretado, fue notable por su gran versatilidad. Era tanto soldado como sacerdote, como lo demuestra su actuación en la conquista de Orán. Fue estrictamente consciente en su vida pública, sin temor de las consecuencias que pudiera acarrearle la realización de lo que pensaba era su deber, mientras en lo privado llevaba sus austeridades y mortificaciones al extremo de poner en riesgo su salud. Moralmente estaba por encima de todo reproche, y cumplía con exactitud las observancias de su estado religioso.
        En 1501 el cardenal Cisneros instituyó la obligatoriedad de la identificación de las personas con un apellido fijo. Hasta entonces las personas se identificaban con su nombre y un apellido o mote que reflejaba el lugar de procedencia, el oficio o alguna característica de la persona, por lo que miembros de una misma familia, incluso hermanos, podían tener diferentes apellidos. Este sistema producía un tremendo caos administrativo para poder identificar a las personas por familias. A partir de la ordenanza de Cisneros, el apellido del padre quedaba fijado y pasaría a ser el de todos sus descendientes.



lunes, 11 de julio de 2011

EL BUFÓN

El bufón en la corte
         Este singular personaje que se mueve por la corte real o bien en las casas señoriales de algunos nobles, debe su nombre a una de sus gracias usuales que consistía en hinchar los carrillos de aire y al recibir un golpe violento, lo dejan escapar con un sonido como de bufido. El origen inmediato está en el trovador que va por los castillos cantando y recitando para amenizar las veladas. Empiezan a proliferar en la Edad Media aunque se dice que Atila ya llevaba uno de ellos. De hecho, han existido en las cortes  no sólo de Europa, sino en el antiguo Egipto, China, Imperio Romano, América Precolombina, África y hasta en Australia. Su papel en la corte era desde luego singular y también, en cierto modo, importante. Oscilaba entre el entretenimiento y el actuar de consejero; se movían en medio de una delgada línea entre lo correcto y lo inconveniente. Ésto era así porque podían decir cosas que nadie más se atrevería a decir en la corte del rey. Está en la naturaleza de los bufones hacer lo que les viene en gana llevados por el humor, sin tener en cuenta las consecuencias; llevando al extremo la broma, podían decir verdades serias. Se ríen del rey y de todos aquellos que están alrededor suyo  haciendo que las cosas pierdan su sentido rígido.
          En esta época existía la noción del "tonto sabio". Se pensaba que todos los bufones y tontos eran casos especiales a quien Dios había tocado con un regalo de locura infantil, o quizás una maldición. En todas las cortes europeas, los enanos eran buscados como bufones. Muchos de ellos gozaban de una inteligencia clara, que supieron utilizar en beneficio propio.
         En la España de los Austrias, aún cuando en menor medida que en otros países, hubo también bufones. En el siglo XVI,  Carlos I  y más tarde su hijo Felipe II, usaron de los servicios de estos personajes. Luego, Felipe III prescindiría de ellos casi por completo, pero Felipe IV volvería a llenar su corte con ellos.
         Los bufones tuvieron una cierta importancia en la corte española del Barroco. Animaban las jornadas de los reyes, bien contando chistes, haciendo gracias, tonterías o interpretando escenas teatrales. Eran funcionarios de la corona y recibían un digno sueldo. Hay sobre ésto algunos apuntes que aparecen en las cuentas reales, como los gastos de viaje cuando acompañaban a algún noble o la compra de vestidos y zapatos de tallas “extrañas”.
         Velázquez, el pintor del rey, los reprodujo en sus cuadros, a pesar de denominarlos "sabandijas de palacio". Eran pintados a menudo junto a perros para dejar patente su escasa estatura. Los vemos en sus cuadros más famosos, las Meninas o La familia de Felipe IV (1656-57). Ejemplo de ello es Mari Bárbola, que era de origen alemán y estaba al servicio de la reina. Recibía muchos regalos y amasó una nada despreciable fortuna. Velázquez la pintó en el cuadro de Las Meninas contrastando su fealdad con la delicadeza de la infanta Margarita María. Al lado de Mari Bárbola, con un pie sobre el mastín “León”, Velázquez, retrató a Nicolasito Pertusato. Más listo que el hambre, también estuvo al servicio de la reina. Intrigante, pero cauto y discreto, logró que ella lo nombrase ayudante de cámara. Desde entonces fue don Nicolás. Se hizo rico dejando como herencia tres casas en Madrid y más de quince mil ducados.
        Diego Acedo Velázquez “El Primo” (1660). Lo de “El Primo” viene por su segundo apellido ya que, con sorna,  todo el mundo preguntaba al pintor si era primo suyo. El Primo, personaje inteligente, prestó servicios en dependencias administrativas. Era mordaz en sus juicios, cualidad que le permitía manifestar opiniones conflictivas estando como bufón amparado en su aspecto.
         Cristóbal Castañeda , “Barbarroja” (1634). Desempeñaba las labores de emisario del cardenal-infante Don Fernando de Austria. Se le conocía por el papel que representaba en la comedia de Khair ad Din, Barbarroja, pirata turco que fue derrotado en la Batalla de Lepanto por don Juan de Austria. Se cuenta que un mal chiste le costó el destierro. Al parecer preguntó un día el rey si había olivas en cierto pueblo. Cristóbal contestó: «señor, ni olivas ni olivares» aludiendo al conde-duque de Olivares. La gracia le costó acabar desterrado en Sevilla.
       El bufón murió como institución de corte sobre el siglo XVI o XVII en China, y en el XVIII temprano, en Europa. La familia de la Reina Madre, el Bowes-Lyón, fué la última familia escocesa que mantuvo a un bufón a jornada completa.

viernes, 8 de julio de 2011

FRASES DESTACADAS

- El honor dicta el comportamiento de los hombres mejor que todas las leyes. 
  El honor como la fe, han hecho la reputación de los españoles. Uno y otra nos enseñan a dominar la fortuna, sea favorable o contraria.

- Las lágrimas corren por el marchito rostro. Fracasó al intentar que le amara el único hombre que inflamó su cuerpo y su corazón, perdió la ternura de su padre, irritó constantemente a su madre, la han privado de sus hijos. No es una reina, la Junta se engañó, sólo es una sombra condenada a errar por los muros de Tordesillas.

jueves, 7 de julio de 2011

OPINIÓN SOBRE LOCA DE AMOR

           Encuentro que la autora guarda en esta novela un perfecto equilibrio entre la introspección que hace del personaje de Juana y los hechos históricos que le tocó vivir. Unos y otros se suceden en armonía.

miércoles, 6 de julio de 2011

LOCA DE AMOR

Título: Loca de amor
Autor: Catherine Hermary-Vieille



            El personaje de Juana de Castilla, más conocida como Juana la Loca, tercera hija de los Reyes Católicos, es el que ocupa las páginas de esta novela.
            Nos muestra desde los primeros años de la entonces infanta hasta su muerte.
            En su niñez, con la corte itinerante de sus padres, ya apunta un carácter retraído. “Juana es extraña”_ dirá su madre. Cuando algo no le gusta, reacciona aislándose, permaneciendo a menudo ausente, refugiándose en el mundo particular que ella se ha creado.
            Por la política matrimonial de sus padres, Juana ha sido prometida al archiduque Felipe el Hermoso, hijo de Maximiliano de Austria.
            Juana, ya ante el retrato de su prometido se muestra ilusionada. En su mente lo idealiza y luego en su presencia, se enamora de tal modo, que pierde libertad, dignidad, honor y todo respeto por si misma, no viviendo más que para demostrar su amor a un marido que no le corresponde, que la maltrata y humilla. No acude a ella más que cuando se le antoja o las conveniencias lo requieren.
            Los constantes amoríos de Felipe hacen cada vez más estragos en el carácter de Juana que se desentiende y delega cada vez más de sus obligaciones como archiduquesa y más adelante a la muerte de su madre, como reina de Castilla pues también han muerto su hermano Juan, el heredero, su hermana Isabel y el hijo de ésta.
            Los celos, las temporales separaciones de su marido, que se siente incómodo en la corte castellana, el desencuentro entre su padre y Felipe, su profunda inestabilidad emocional, la hacen caer en la desesperación; duerme poco, casi no habla ni come, descuida su higiene y pierde el interés por sus hijos. Éstos van siendo separados paulatinamente de su lado.
            En las cortes de Toro, es reconocida Reina de Castilla pero dado su desequilibrio y ausencia, se encomienda la Regencia a su padre Fernando. Más de un año después, llega a Castilla con su ambicioso marido que finalmente hace un pacto con su suegro.
            Poco duró, apenas unos meses, el reinado de Felipe que tenía a su merced a la Reina, parte de la Nobleza y el Alto Clero, pues muere de forma rápida e inesperada.
            Así entre regencias de Fernando y el cardenal Cisneros, Juana, viuda con veintiséis años, cinco hijos y a punto de tener el sexto, cae en una profunda depresión. Encabezando una comitiva fúnebre y en pleno invierno, emprende un macabro viaje a Granada para enterrar allí a Felipe. Su padre que acude desde Italia, se hace con el control del reino y la confina en Tordesillas tras el intento fallido de casarla de nuevo con Enrique VII de Inglaterra por oponerse ella rotundamente.
            A la muerte de Fernando y regencia de Cisneros, su hijo Carlos es reconocido como rey. Tampoco mejora su situación pues a Carlos le interesa tener a su madre como incapacitada y sofocar un último intento de los Comuneros por restituirla en el poder. Juana no supo o no quiso gobernar.
            Su enfermedad no tratada y el poco afecto familiar, hicieron de su vida un infierno.